La cartulina blanca de 350 gramos, no pierde vigencia, sigue gustando y siendo punta de iceberg para los clientes, quienes sin titubeos la eligen a la hora de solicitar una tarjeta de presentación de carácter corporativo, o personal.
Es que es lógico, si sólo conoces un producto, pues eso es lo que vas a pedir, como suele decirse: ‘’ el de toda la vida’’. No obstante, si se cuenta con algún artículo novedoso, de calidad, sencillo pero impactante, sin duda, tu cliente querrá verlo, palparlo, y se atreverá a probarlo como una alternativa a lo que durante años ha utilizado, esta vez, en la búsqueda de nuevos y diferentes resultados.
Las tarjetas de visita, además de la cartulina de siempre, a día de hoy, pueden elaborarse en materiales tan distintos como plástico (pvc) papel reciclado, y como no, el novedoso y muy impactante a la vista papel kraft.
En sus orígenes, este constituía un material únicamente utilizado para envolver paquetes , sobre todo en tiendas de abarrotes, posteriormente y tras observarse su resistencia, paso a ser el envoltorio de mercancías de diferentes características y naturaleza, llegando a convertirse en un elemento indispensable, en empresas de envíos de paquetería, y de mudanzas a la hora de resguardar la integridad del mobiliario a trasladar.
Las antes mencionadas, son algunas de las actividades en las que se implementaba este material, antes de que diera el salto al mundo de las artes gráficas, donde sin duda, ha triunfado, calando en el gusto y preferencia de los usuarios, sobre todo, (y hay que decirlo) entre los más jóvenes.
Mucho se dijo a principios de siglo, y sobre todo se predijo sobre la desaparición del formato impreso de las tarjetas de visita, y su inminente sustitución, por una presentación de orden digital, esto y a las pruebas nos remitimos, quedo en presunciones infundadas que no hicieron más que desaparecer, tras el auge y el segundo aire que adquirieron las tarjetas de visita, en manos de creativos diseñadores gráficos que aportaron originalidad y nuevos modelos a un mercado habido de propuestas al alcance y al tamaño de las necesidades y metas de cada cliente.
Belleza; esta es una de las características que distinguen una tarjeta de presentación hecha con papel kraft de alto gramaje. En este sentido, como expertos destacamos el uso de la novedosa tinta blanca, esta, brinda un aire vintage irresistible a quien la vea, y tenga entre sus manos, y la fuerza de un material cuyo inicio en el mercado no estaba relacionado precisamente con la delicadeza que debe proyectar un dispositivo como la tarjeta de visita,
El kraft puede desde todo punto de vista, troquelarse, tomando las formas y figuras que a la mente del cliente vengan, hacerse de forma convencional, es decir rectangular, tomar forma redonda, imprimirse por las dos caras a color o en blanco y negro, y optar como no por añadirle uvi parcial, hacerla de modo doble, o con aquella característica que por la mente del usuario se cruce, porque el kraft sin duda, aportará elegancia, movimiento e interés a un formato que no para de crecer y transformase, garantizando así su permanecía en el mercado.